¿Sabías que para la “filosofía LEAN” un problema es una desviación entre una situación deseada/aceptada y una situación real que no cumple con dichas expectativas?
Tenemos el “instinto” de ir directamente a la solución cuando encontramos un problema o le damos vueltas sin pasar a la decisión y acción.
Los Problemas
La filosofía LEAN aborda los problemas de la siguiente manera:
- OBSERVAR: Buscar información sobre la desviación de la situación actual vs la situación deseada: datos, hechos, opiniones, etc.
- COMPRENDER: Entender el porqué de dicha desviación, identificando la causa raíz.
- ACTUAR: Poner en marcha acciones para eliminar dicha situación o desviación.
El método
Aquí está el método asociado a cada fase con la garantía de que será más fácil resolver el problema planteado:
- OBSERVAR: Enunciar el problema de la manera más precisa posible, respondiendo a cada una de las preguntas: ¿Qué, quién, dónde, cómo, cuándo, por qué? Así como identificar “qué no es”, además del “qué es”.
- COMPRENDER el problema utilizando hechos y preguntándote:
- ¿Por qué? y volver a formular a esa respuesta otro ¿Por qué?… las veces que sea necesario hasta alcanzar la causa raíz. Muchas veces resulta ser muy diferente de las primeras impresiones.
- Para responder a los porqués se debe utilizar frases sencillas con hechos y sin buscar culpables.
- ACTUAR: Implementar acciones, pero dando prioridad a las más eficaces: las que impactan en causas de mayor influencia.
Este método es infalible, tanto a nivel empresa como en la vida cotidiana.
Únete a la eficiencia, hazte LEAN.